"Si no puedes volar, corre. Si no puedes correr, camina. Si no puedes caminar, arrástrate. Pero, pase lo que pase, nunca dejes de moverte". - Martin Luther King Jr.
La historia suele ser un poco injusta con los 2dos. No porque no sean recordados (lo son), sino porque estas oportunidades no vienen muy seguido, no para equipos como el nuestro. Injusta porque después, en la victoria de los resúmenes y la derrota de los detalles, se recuerda que 2 equipos llegaron hasta ahí, sí, pero solo el campeón se llena de mística. Al campeón le ponen asteriscos, le señalan las anécdotas o todo aquello que funcionó (a veces con suerte) para poder alzar la Copa.
Ser campeón hubiera sido todo. Difícil, lo sé, pero el equipo ha crecido tanto con los años. Es sin duda la mejor generación que hemos tenido, pese a no pasar de grupos en el mundial, la racha y los números los avalan. Un triunfo ayer hubiera sido tan merecido como histórico, punto final a unos casi 10 años de locuras y éxitos impensados para una selección que salía de su peor era en la historia (la de Chemo): tenemos 3 podios en Copas Américas, dos 3eros puestos y un sub-campeonato, encima de la clasificación a Rusia. Conseguimos nuestra mejor posición en Ranking Fifa, y una racha sin perder de 15 partidos (récord para la selección). Muchos desmerecen esto como poco, pero lo cierto es que no es poco. Es mucho más que lo conseguido en los 30 años anteriores (desde el 2011).
Sin embargo, pese a lo doloroso de todo esto, el partido me llena de orgullo. Es algo nunca vivido por esta generación, y algo que siempre recordaré. Yo no pedía ganar, digo que hubiera sido lindo, pero no era necesario para mi. Con lo que realmente soñaba era con vivir una final. Apoyar a la selección en una situación única, de vida o muerte, por una copa. Y eso me lo han dado, y jugando bien, con garra, con entrega, con gol, y contra la mejor selección en la historia de este deporte. ¿Algo más se puede pedir?
El tiempo ayuda. Caminando por el parque Kennedy, después de ver el partido, encontrar a un grupo enorme de hinchas cantando fue muy emocionante. Gente haciendo sonar las bocinas de sus autos, muchos chicos usando la bandera de Perú como capas. Ha sido un día único e irrepetible. Cierto, ganar hubiera sido bacán. Pero ganar no es todo lo que importa. La aventura nos deja muchas lecciones, sobre fútbol y sobre la vida... y eso, ojalá, nunca lo olvidemos.