El fútbol da revancha, y la de mañana es una que lleva varios años en espera. Pocos debatirán que el Barça ha sido (en su mejor momento) el mejor equipo de la historia, pero no olvidemos que ésta leyenda del equipo imbatible, del juego violinista y casi perfecto, se cristalizó ante el mundo en aquel partido de vuelta por las semifinales de la Champions 2008-09, donde Iniesta clasificó a su equipo al último minuto del encuentro, después de que el Chelsea hiciera un partido defensivo casi perfecto... y que el árbitro noruego Tom Henning Øvrebø no le cobrara 4 penales al los ingleses. Dos de ellos discutibles, es cierto, pero bastante cobrables. Los otros 2... escándalo total.
Repito, creo que pocos discutirían que el Barcelona llego a esa final como el mejor equipo del mundo, pero el partido el Stamford Bridge fue escandaloso por decir lo menos. Por esto es que Mourinho repite cada vez que puede que a él le hubiese dado vergüenza ganar esa Champions. Pero bueno, ese es otro tema.
El Chelsea se la tiene jurada al Barça. Siempre he pensado que los equipos con hambre y necesitados de triunfo son más peligrosos que uno que ya tiene la tarea hecha, como un vigente campeón. Por eso los de azul van con un plus al Camp Nou, a dejar la vida, a morir en el intento. Mientras que los culés llegan al partido con la obligación de ganar, de cambiar la cara tras 2 derrotas consecutivas. ¿Lo lograrán?
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