No era un grito de gol cualquiera. Era algo desaforado, descontrolado, como si hubiese estado esperando mucho tiempo por salir. Cuando ese tremendo Guerrero que tenemos dejó atrás a defensa y arquero, tirados en el piso, para colocar con frialdad la pelota dentro del arco, algo se rompió. Algo dentro de todos nosotros se rompió. Porque después de tantos vaivenes y de la peor campaña de una selección peruana en la historia, estamos inmersos en un proceso que nos da alegrías y nos llena de esperanza. Ese gol fue como decir “sí, esto es posible".
No, no digo que ya esté escrito que vamos a ir al mundial. Éste va a ser un camino largo y muy sufrido. Pero cada pasito, por más pequeño que haya sido, nos ha servido para llegar hasta acá. Porque, más allá de la gran prueba que fue la Copa América, el objetivo era éste partido. Todo lo anterior no fue más que el pre-calentamiento para éste momento, la patada inicial. Todos los gritos anteriores palidecen ante el de anoche. Yo solo quiero decir gracias, porque así pierdan todo lo demás, ayer nos llenaron de esperanza, y nos han hecho hablar de posibilidades, y no de sueños. Gracias.
Pero bueno, la otra parte de ésta gran prueba será el martes, ante un Chile muy herido. La gran incógnita que yo tenía sobre Perú era si podría sumar de a 3 en los partidos que juegue de local. Ayer creo que vimos que en realidad es muy posible que eso ocurra. Porque de visita el libreto lo conocemos. Yo creo que hay buenas posibilidades de sacar puntos frente aun Chile que no logra armarse como equipo. En serio que sí lo creo. Pero, nada. Hay que esperar, con fe, a ver qué pasa. Y a ponernos la camiseta! VAMOS PERU, CARAJO!
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