Como para seguir con la tendencia, y re-re-re-re-re-reconfirmar lo parejo que está todo esto, Brasil y Paraguay salieron a sacarse los ojos… y terminaron empatados.
Un amigo bien me comentó hace poco, cómo Brasil siempre usa la Copa América para darle experiencia a su Equipo C (ni siquiera el B), y tiene toda la razón. Siempre les ha ido bien a punta de nuevos talentos y el peso de su camiseta (solo recuerden al Adriano de Perú 2004). Y ahora han decidido venir con todo su arsenal (menos Kaká), y no les ha ido tan bien. Contra Venezuela mostraron mucho juego, toque y habilidad, sobre todo por los de arriba, pero muy poca solidez como equipo y para recuperar la pelota. Con Venezuela lo sufrieron, y ahora con Paraguay, mucho más. Los primeros 20 minutos fueron un infierno para los de amarillo, que no podían avanzar en el campo por la fuerte presión de los albirrojos. Lograron salir del problema, sí, pero el tiempo pasado, mejor aprovechado, pudo haber significado un par de goles en contra.
De todas formas, cuando el equipo falla, todas las individuales deben trabajar, y es ahí donde apareció la solución. Tocando sin desesperación, la canarinha pudo salir de duro problema que Paraguay le planteaba, aunque la cosa seguía muy pareja. El gol de Jadson (que debió ser expulsado antes, por cierto) rompía la paridad. Brasil es Brasil, y así 1000 planetas se alineen en su contra, seguirá siendo Brasil y daño te puede hacer. Yo estaba casi 100% seguro de que Paraguay empataría y, dicho y hecho, lo hizo tras una salida rápida que agarró muy mal parados a los de amarillo.
El 2do gol fue un terrible error de Dani Alves, pero mérito también del conocido oficio paraguayo de presionar muy arriba. El “Tata” es un viejo zorro, y se sabe todas con su selección. El planteo táctico del 2do tiempo, sobre todo después del 2-1, fue fantástico. Brasil no podía llegar al Arco de Justo Villar y cuando lo hizo, éste respondió de forma soberbia. Todo hacía suponer que se quedaría de esa forma, pero el recién ingresado Fred nos callaría a todos. Paraguay no pudo mantener la pelota lejos de su arco y tuvo que replegarse, y la canarinha empató agónicamente. Brasil e’ Brasil, pe.
Éste Brasil, lejos de tener la solidez que tenía con Dunga, juega bonito, pero sufre. Paraguay estuvo mucho mejor. Es cierto que en grupos los equipos grandes como que “calientan”, pero si de algo es indicativo lo que está pasando, es que NADIE se va a pasear en ésta copa. Ni Brasil.
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