Un equipo, digamos, con ciertas limitaciones (como el nuestro) debe hacer su mejor esfuerzo para plantear un partido. Es la ley de la vida: donde falta fuerza bruta, debe existir inteligencia. Creo que en 4 partidos nos fue bien así (hasta en el que perdimos con Chile), y si la hacíamos acá ya nos íbamos a pasar de inteligentes. No pueden salirte tan bien las cosas por tanto tiempo, tampoco somos perfectos. Con todo y todo, el primer tiempo salió muy parejo. Uruguay no salió a jugarnos sin preocupaciones y confiando solo en sus jugadores, no. Tabárez salió preparado, planteó un partido muy inteligente y utilizó muy bien sus cartas. Nos ganó la pulsada, y está bien. Ellos son un grupo que lleva años de preparación, muchos éxitos, grandes hazañas. La épica era nuestra, y no llegamos a eso.
Fueron 2 errores. Dos. Fernández, en primer lugar, salió a una pelota que se iba para afuera. En segundo lugar, dejó un rebote mortal para que Suárez capitalizara casi sin inconvenientes. Los 2 arqueros que puso Perú durante la Copa se mostraron, no quiero decir flojos, pero sí algo nerviosos. Fernández nos salvó de una en el partido con Colombia, pero con frecuencia salió a cazar palomas en su área, y acá hizo una que nos costó el partido. Curioso porque el plantel de Markarián comenzaba a pisar bien la cancha, y con posesión encerraba a Uruguay. Sabrá Dios qué hubiese pasado si ese remate de Forlán se iba para afuera y no hacia las rebotantes manos de Fernández. Ocho minutos en los que Perú daba pequeñas muestras de buen fútbol y de querer protagonizar las cosas. En el primer tiempo había salido a presionar en 3/4, a esperar un poco a los celestes y tratar de capitalizar con Vargas y Guerrero. Como todo se hizo muy trabado, la idea del 2do tiempo, mayor posesión, jugar en corto y armar fútbol (sin descuidar la presión y retroceder rápido) estaba funcionando. Se ponía bonito hasta que... bueno. El 2do gol llegó por una tremenda desatención defensiva. Lanzado al ataque, Perú dejó un tremendo espacio para que Suárez corra y defina a su antojo. El gol que selló todo.
Tremendo mérito de Uruguay que prácticamente anuló a nuestras 2 cartas más importantes en ataque. Para todos los que van diciendo que Perú jugó a nada: cada partido es distinto. Y con un equipo tan funcional como el del maestro Tabárez, era hasta lógico esperar un encuentro parejo y chocado. Repito: 2 errores les dieron la ventaja. Sin dejar de desmerecer todo lo hecho por los uruguayos, que salieron a jugar EN SERIO, recalco éstos detalles porque dejan en claro que Perú no jugó mal. Fue forzado al error por un equipo superior y con mayor experiencia. Y así es el fútbol.
Yo estoy muy contento por ésta Copa. No, no es conformismo. Es entender las limitaciones que tenemos. Hemos pasado de ser NADA a tener serias oportunidades de conseguir algo. Éste grupo ha revivido la esperanza de mucha gente, ha logrado que los televisores se enciendan una vez más, que la gente se agrupe ya no preparados para una decepción, sino con algo de optimismo. Y cautela, siempre. Pero optimismo y esperanza al final.
Justo finalista, a Uruguay le toca esperar los resultados de hoy. Quien le toque no será fácil, sea Venezuela o Paraguay, el nivel mostrado hasta ahora es muy parejo para tratar de adivinar qué va a pasar. Pero el grupo de Tabárez tiene experiencia y, sin duda, se merecen ya un título así. Sorpresa no es para nada. Uruguay fue mi candidato desde el inicio del torneo y, con todas las sorpresas que hemos visto, hasta ahora está cumpliendo.
Y Perú todavía no acaba. Nos falta un PARTIDAZO el sábado. Siempre los encuentros por el 3er puesto son emocionantes, se juegan más relajados y son abiertos. Ojalá nos den una última alegría. Vao Perú!
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