jueves, 12 de octubre de 2017

Eliminatorias Rusia 2018: ¡Perú al repechaje! (Perú 1 - 1 Colombia)

Perú está a 180 minutos de ir nuevamente a un mundial. 



Nadie esperaba que fuera fácil. Hace más de un año, cuando miraba la tabla con el camino que le quedaba a Perú por recorrer, la situación pintaba espeluznante, por decir lo menos. Muchos partidos de visita, incluyendo a Ecuador y Argentina, ponían nubes negras sobre el destino de la selección.  "Perú tendría que hacer un campañón irrepetible, rompiendo ranchas y sacando resultados inéditos", era lo que decía. Parecía imposible.

Y entonces pasó lo de Asunción. Ya Perú venía jugando muy bien, pero una goleada de visita era completamente impensada. Muchas cosas más han sucedido, y si bien un análisis objetivo y frío puede acabar fácilmente con el romanticismo que envuelve al final de la campaña hacia Rusia, nada puede quitar la sensación de que estamos ahí, a un pasito de regresar al mundial. De ver realidad ese sueño negado por tantos años. Y tal vez sea esa misma negación lo que lo hace tan llamativo: Descontando a Venezuela (que nunca ha ido), ningún otro país sudamericano ha pasado tanto tiempo sin ir a la máxima cita del fútbol. Hemos sufrido tanto, con campañas cada vez más desastrosas (la de "0 puntos" Popovich y "Tenemos-la-mejor-selección-de-los-últimos-50-años" aka Chemo siendo las más horribles) que nos hemos hecho a la idea: los peruanos estamos para sufrirla. Siempre. Todas. Y el partido de anoche no fue diferente.

Colombia vino a hacer su negocio: quitarnos la pelota, presionarnos en defensa, y hacer del juego muy lento y trotón. Pienso que Gareca tuvo la intención de hacer el partido así en Buenos Aires, pero Argentina juega mucho más por las bandas y see hizo un equipo amplio sin miedo, algo que para Perú hubiera sido suicida en este partido. Con el pasar de los minutos, los infructuosos ataques hacían que la pelota pese cada vez más. Colombia se acomodaba, Perú se desesperaba. Lo bueno es que la desesperación no alcanzó niveles suficientes como para romper al equipo, incluso cuando nos metieron el gol. La situación se hizo tensa, sí, pero creo que el equipo pudo responder adecuadamente, y se lanzó al ataque. Fue la vehemencia de Corzo, muy arriba en su banda, lo que resultó en el tiro libre de Paolo. Y, por Dios.

Sí ya habíamos tenido suerte en muchas cosas en estas eliminatorias (ya las enumeraré algún día), lo que pasó con ese tiro libre es de lo más bizarro en la historia del fútbol. No solo porque el gol nos permitió llegar al repechaje, sino por la suma de situaciones que se dieron: Paolo no se dio cuenta que era tiro libre indirecto, ni por el árbitro, ni después de que Cueva y Tapia se lo repitieran varias veces. Paolo decidió no hacer caso a lo que escuchaba, él iba a patear al arco. El gol, hasta este punto, iba a ser invalidado, pero la reacción (salvadora) de Ospina, que decide intentar tapar el tiro y no puede, hace que toda la jugaba sea legal. Y el estadio explota en júbilo: el 1-1 nos regresaba a la zona del repechaje, de donde ya no nos íbamos a mover.

Es difícil describir lo que se vivió en ese partido, algo que seguramente nunca se va a repetir, no solo por lo que se jugaba (siendo la última fecha), sino por que el destino había amarrado a 5 selecciones, y cada gol alteraba la tabla de manera significativa. Los primeros en desentenderse de la situación fueron los Argentinos: pese a comenzar perdiendo, terminaron ganando 1-3 gracias a un Messi salvador como jamás se había visto. Paraguay la tenía más fácil (en el papel) frente a Venezuela, de local. Pero siguiendo con la racha que han tenido en casa, perdieron 0-1 (eso cumplía otra de mis predicciones: alguien tenía que pinchar sus ilusiones con roche, y los candidatos más probables eran los paraguayos). Chile la tenía muy difícil. No se trataba solo de tener que jugar de visita contra Brasil, sino que se trata de su bestia negra mundialista. Brasil SIEMPRE los ha eliminado en los mundiales, y el destino se encargó de cruzarlos, aunque prematuramente, una vez más. Las cosas jugaron a favor de Perú, pero es el resultado el que cuenta, y los 3 que consiguieron lo que buscaban fueron Argentina Colombia y Perú. Claro, a Perú le importaba más ganar y asegurar la clasificación directa, pero faltando tan poco para acabar el partido, NADIE se iba a arriesgar. Mucha gente lo ha criticado, pero uno no arriesga lo que todavía no tiene (y eso debe quedar bien claro), y hasta que el árbitro pitara todo podía pasar.

Dos partidos más, 180 minutos a muerte. El rival es Nueva Zelanda, el clasificado de Oceanía. Puede sonar fácil, en papel, pero yo solo quiero repetir lo mismo de siempre: no hay equipo chico, ni rival fácil. A veces el rival más grande es el mismo equipo y su necesidad de ganar. Yo creo que hay muchas razones por las cuales soñar, pero no será hasta el último pitido del árbitro en el partido de vuelta que podremos llorar (porque pase lo que pase, vamos a llorar).

Carajo, no somos peruanos si no sufrimos. VAMOS!!!

viernes, 6 de octubre de 2017

Eliminatorias Rusia 2018: En la cornisa (Argentina 0 - 0 Perú)


Nos íbamos con un puntazo de Argentina pero ahora, gracias a una troleada épica de Paraguay en Colombia, nos vamos con un puntito y hay CINCO equipos al borde de un precipicio. La próxima fecha, el que no gana, no vas a Rusia. 


Sumamos una vez más. Tal vez de todas las cosas notables del partido de hoy, es increíblemente la que menos resalta. Porque hemos vuelto a sumar de visita, y en Argentina, de donde no regresábamos con puntos desde aquel tan recordado partido (últimamente, al menos) en 1985 cuando Gareca nos mandó al repechaje con un gol casi al final. Y digo que resalta menos porque la victoria de Paraguay en Colombia  le agrega matices inesperadas a nuestro último partido, precisamente frente al conjunto cafetero, y aunque este punto es muy valioso, rápidamente viene a la mente la necesidad de ganar. No hay más. La tabla es un desmadre apocalíptico, un reactor nuclear a punto de estallar, un recién operado en la UCI. Un castillo de naipes de 15 kilómetros de altura, el más mínimo movimiento puede hacer que todo se venga abajo. Una jenga con una última pieza por sacar.

Pero bueno, regresemos al partido.

Hoy discutía con un compañero sobre ésto de la lógica ilógica en el fútbol, y como cualquier medio-entendido te podría decir porqué existe. Pero claro, gramaticalmente no tiene sentido. ¿Tienen sentido los resultados en el fútbol? A veces sí, a veces no. No existe lógica, pero se da... Ya, son cosas que decimos todos los días. El resultado de hoy, como le decía, estaba sobre lo esperado: Argentina viene jugando mal, son el segundo equipo que menos goles tiene en las eliminatorias (solo le ganan a Bolivia), el buen momento de Perú, entre otras cosas. La localía y el tener a Messi son casi anecdóticos ahora porque en el campo de juego Perú, si bien sufrió por momentos, supo mantener el orden defensivo y la cabeza hasta para salir tocando por pocos ratos. El conjunto de Sampaoli hizo una presión constante que rindió efectos para encerrar en su campo a Perú, y Messi (de buen partido y poca fortuna) se las arregló para soltar algunas pelotas que nuestro arquero Pedro oh-por-favor-dios-nunca-te-lo-lleves-y-dale-juventud-eterna Gallese se encargó de detener. Aunque, hay que decirlo, 2 definiciones (difíciles) fueron directo al cuerpo del arquero peruano. Los argentinos se deben querer matar ahora por un Lavezzi o incluso el pipa.

Perú jugó poco con la pelota. Argentina se adueñó de la iniciativa y si bien tuvo unas 10 llegadas (con 5 claras y un palo providencial - gracias, oh entidad que gobiernas el universo-) la mayoría de sus intentos fueron ideas individuales más que de conjunto. Mascherano rompiendo líneas (a Banega se lo comió la cancha, parece) y movimientos aislados de Messi las pocas veces que pudo recibir DONDE NO DEBE, fueron el origen del peligro. Pero el resto de la posesión y los intentos de la albiceleste fueron insulsos. Logró presionar, sí. Atacaba, sí. Con precisión, muy poco. Para un equipo que tiene encima del 70% del dominio del juego (la cifra exacta debe estar por ahí), y solo generar 10 chances, 5 mas o menos claras , pues resulta poco.

Como dije, Perú jugó poco con la pelota, pero vaya que jugó cuando la tuvo. La precisión de los pases, la velocidad del juego, la claridad para salir sin perderla fue tremenda, aunque el parado en el campo, empujado por el parado argentino, hizo que de eso se vea muy poco. Aunque no parezca, el equipo de Sampaoli también tomó medidas para no dejar jugar a Perú, y en ese sentido Mascherano y la linea del medio hicieron un muy buen trabajo, especialmente aislando a Guerrero. Cuando hay mucha presión y defensas efectivas en ambos lados, hay poco juego, y eso se vio hoy.

Y para cerrar con broche de oro, el tiro libre de Guerrero al final, atajado por Romero. Tremendo zapatazo. Perú pudo haberlo ganado ahí.

Se viene la última fecha de las eliminatorias y, como mencioné antes, este resultado sumado a la victoria de Paraguay nos obliga a ganar ante Colombia. No que esto sea algo nuevo, siempre supimos que la verdadera final era esta, pero ahora que la tenemos en la cara, suena terrorífico. Ya no se necesita una calculadora normal, ahora vamos por una científica. Lo cierto es que hay mucha fe, mucho entusiasmo, y no solo en la gente, sino en que el equipo. Se nota que están preparados y se la creen.

Hace 36 años clasificamos a nuestro último mundial, y ahora estamos a 90 minutos (y una victoria) de volver a hacerlo. Vamos Perú. VAMOS CON TODO!!!