domingo, 19 de noviembre de 2017

Perú Mundial: El día después

Algunas portadas el día después de la clasificación de Perú a Rusia 2018:


jueves, 16 de noviembre de 2017

¡PERÚ MUNDIAL!

¡¡ESTAREMOS EN RUSIA!!


Son tan, TAN GRANDES!! Gracias muchachos, por todo, por tanto. Se merecen esos gritos, esos festejos, y las lagrimas. De todos ustedes, de todos nosotros. Porque esto ni lo soñábamos, eran ironías y chistes crueles. Gracias por hacernos sentir orgullosos de un equipo, por unirnos y demostrar que con esfuerzo y trabajo se llega a los objetivos. Gracias, Gracias!! Y que Viva el Perú!!!




miércoles, 15 de noviembre de 2017

Repechaje Intercontinental: Allá vamos, Rusia (Perú 2 - 0 Nueva Zelanda)


El sueño es realidad. Después de 36 años, Perú volverá a jugar un mundial. 


De todos los estigmas con los que vive este perucito (la guerra con Chile, los españoles, Velazco, la izquierda, el chino, entre otros) el hecho de no ir al mundial desde 1982 era el menos importante, pero no por eso menos doloroso. Míralo objetivamente: ¿De qué nos sirve ir al mundial? Perú tuvo su época dorada en los 70s, cuando todo parecía ir muy mal, y sumándose al aluvión de patriotismo causado por el gobierno, estuvo la selección de fútbol que trajo mucha alegría al país. La añoranza del sentimiento es lo que hizo de los mundiales un sueño; después de todo, el ver ganar a tus colores es una especie de alegría gratuita y divina, donde tu participación (más allá del aliento) no era requerida. Todo llegaba del cielo.

Por eso es que con cada mundial que pasó - 8, para ser exactos - la cruz se hacía más y más pesada. Los mayores se desencantaron, los niños crecían con ilusiones que serían destruídas en su juventud. "Perú nunca va ir al mundial, ya resígnate", decía tu yo interior. Y, en efecto, al menos para mi, ya esto era cosa pasada. Resignación pura. Nunca iba a disfrutar de los colores de mi país en la justa deportiva más grande del planeta. Nunca. Y aunque cada eliminación (matemática) dolía como pocas cosas, un moretón más a esta alma magullada era, pues, nada.

Eso hace de esta noche todavía algo más conmovedor y único: nunca la imaginamos. Al menos, no estaba en nuestro radar hasta el día que ganamos a Ecuador en Quito. Una noche soñada y que probablemente nunca olvidemos.

El partido suena a trámite: es Nueva Zelanda. Pero con tantos tropezones en nuestro historial, no nos íbamos a poner guapos sin tener el boleto en el bolsillo. Hemos contenido el grito por prudencia y porque conocemos nuestra historia. Perú salió siento una tromba, decidido, y ese palo de Advíncula fue señal de las cosas a venir. Nueva Zelanda se mantuvo en orden y curiosamente fue en un intento de presionar y atacar que un lanzamiento largo hacia Cueva los encontró mal parados. Con espacios éste equipo puede hacer mucho daño, y la víctima ahora fue Nueva Zelanda. Gol, ese gol, ese grito de gol hizo que cada lágrima anterior valga la pena. El sueño estaba cerca.

El comienzo del 2do tiempo no fue diferente, aunque tal vez con menos esfuerzo. De un córner llegó la tranquilidad, y aunque los All White se vendrían con algo de peligro, nunca lo hicieron con claridad. Perú seria parte de un mundial nuevamente, después de 36 largos años. Ciertamente, arrastramos una ominosa cadena, pero por fin, ahora, somos libres.


sábado, 11 de noviembre de 2017

Repechaje: El negocio de los All White (Nueva Zelanda 0 - 0 Perú)

Nueva Zelanda nunca fue más, pero pudo terminar ganando. Perú tuvo una que el arquero salvó de milagro. Todo se definirá en Lima. 

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No dejes que te engañen: los mejores equipos hacen los partidos aburridos. Y no, no digo que Perú haya jugado bien, pero es un equipo que tiene una idea que quiere ejecutar en cada partido, y estando acostumbrado a rivales mucho más prolijos, y atrevidos, el rol de favorito o de ser mejor en el papel, le costó cumplirlo.

Claro que hubiera sido una situación muy diferente si ese blooper entre los defensas y el arquero terminaba en gol. Con el partido cuesta arriba tan rápido, es difícil no imaginar unos 2 ó 3 goles más a favor. Pero, una vez más, no podía ser tan fácil. Estamos hechos para sufrir, y Nueva Zelanda diseñó un plan para complicarnos la vida desde un principio.

Reconociendo su inferioridad en lo técnico, recurrieron a entorpecer el juego. Es mucho más fácil destruir que construir fútbol, y con esa premisa salieron al campo. Me parece que en parte quisieron hacerlo con posesión, también, pero Perú recuperaba muy rápido la pelota y les resultó un mundo. Por eso si bien podían tener amplitud al medio (tenían un 3-5-2 bien marcado), achicaron espacios y se hicieron un equipo muy corto en defensa, retrocediendo todos muy rápido ante cualquier intento de ataque peruano. Fue una muy buena ejecución táctica (aunque solo defensiva) por parte de los All Whites, que Perú no supo sortear. Acá es, tal vez, donde nos cobra factura el no estar acostumbrados a ser un equipo favorito, o contra el cual otros deciden defenderse. El equipo siempre quiso avanzar con vértigo, intentando ganar espacio por velocidad o control del balón, algo casi imposible de hacer si un solo jugador está rodeado por 3 o 4 rivales. Ya ni Messi. Perú se olvidó del pase atrás, de la idea de rearmar el equipo para buscar el espacio con posesión, no con vértigo. Solo hacia el final del primer tiempo logró encerrar a nueva Zelanda tras posesiones cuidadas y prolongadas, aunque no lograran mucha profundidad. Solo un cabezazo desviado, y nada más.

Esos minutos hacían presagiar algo bueno para el 2do tiempo, pero el equipo cayó, nuevamente, en el juego de Nueva Zelanda, esta vez para nunca más salir. Pelotazos y divididas, sin pases atrás, sin rearme de las jugadas, hicieron del partido algo innecesariamente friccionado. Y no hablo de arriesgar, sino de tomar otras decisiones en ataque para mejorar el posicionamiento del equipo. Tal vez no fue su intención, o no encontró reacción, lo cierto es que al final del partido, en desatenciones que pueden ocurrirle a cualquiera, Nueva Zelanda tuvo un par de jugadas que muy bien (mal) pudieron acabar en desgracia. Por esa suerte que estamos teniendo este año (porque sí, hace un año que no perdemos) no nos anotaron y podemos terminar todo en casa.

Porque, olvidémonos del este partido: Tenemos que jugar una final, de local, frente a Nueva Zelanda. No va a ser fácil, nada ha sido fácil, la vamos a sufrir. Pero, carajo, ésta es la oportunidad. La última oportunidad.

Vamos Perú, vamos!!! Solo 90 minutos nos separan del sueño mundialista.

jueves, 12 de octubre de 2017

Eliminatorias Rusia 2018: ¡Perú al repechaje! (Perú 1 - 1 Colombia)

Perú está a 180 minutos de ir nuevamente a un mundial. 



Nadie esperaba que fuera fácil. Hace más de un año, cuando miraba la tabla con el camino que le quedaba a Perú por recorrer, la situación pintaba espeluznante, por decir lo menos. Muchos partidos de visita, incluyendo a Ecuador y Argentina, ponían nubes negras sobre el destino de la selección.  "Perú tendría que hacer un campañón irrepetible, rompiendo ranchas y sacando resultados inéditos", era lo que decía. Parecía imposible.

Y entonces pasó lo de Asunción. Ya Perú venía jugando muy bien, pero una goleada de visita era completamente impensada. Muchas cosas más han sucedido, y si bien un análisis objetivo y frío puede acabar fácilmente con el romanticismo que envuelve al final de la campaña hacia Rusia, nada puede quitar la sensación de que estamos ahí, a un pasito de regresar al mundial. De ver realidad ese sueño negado por tantos años. Y tal vez sea esa misma negación lo que lo hace tan llamativo: Descontando a Venezuela (que nunca ha ido), ningún otro país sudamericano ha pasado tanto tiempo sin ir a la máxima cita del fútbol. Hemos sufrido tanto, con campañas cada vez más desastrosas (la de "0 puntos" Popovich y "Tenemos-la-mejor-selección-de-los-últimos-50-años" aka Chemo siendo las más horribles) que nos hemos hecho a la idea: los peruanos estamos para sufrirla. Siempre. Todas. Y el partido de anoche no fue diferente.

Colombia vino a hacer su negocio: quitarnos la pelota, presionarnos en defensa, y hacer del juego muy lento y trotón. Pienso que Gareca tuvo la intención de hacer el partido así en Buenos Aires, pero Argentina juega mucho más por las bandas y see hizo un equipo amplio sin miedo, algo que para Perú hubiera sido suicida en este partido. Con el pasar de los minutos, los infructuosos ataques hacían que la pelota pese cada vez más. Colombia se acomodaba, Perú se desesperaba. Lo bueno es que la desesperación no alcanzó niveles suficientes como para romper al equipo, incluso cuando nos metieron el gol. La situación se hizo tensa, sí, pero creo que el equipo pudo responder adecuadamente, y se lanzó al ataque. Fue la vehemencia de Corzo, muy arriba en su banda, lo que resultó en el tiro libre de Paolo. Y, por Dios.

Sí ya habíamos tenido suerte en muchas cosas en estas eliminatorias (ya las enumeraré algún día), lo que pasó con ese tiro libre es de lo más bizarro en la historia del fútbol. No solo porque el gol nos permitió llegar al repechaje, sino por la suma de situaciones que se dieron: Paolo no se dio cuenta que era tiro libre indirecto, ni por el árbitro, ni después de que Cueva y Tapia se lo repitieran varias veces. Paolo decidió no hacer caso a lo que escuchaba, él iba a patear al arco. El gol, hasta este punto, iba a ser invalidado, pero la reacción (salvadora) de Ospina, que decide intentar tapar el tiro y no puede, hace que toda la jugaba sea legal. Y el estadio explota en júbilo: el 1-1 nos regresaba a la zona del repechaje, de donde ya no nos íbamos a mover.

Es difícil describir lo que se vivió en ese partido, algo que seguramente nunca se va a repetir, no solo por lo que se jugaba (siendo la última fecha), sino por que el destino había amarrado a 5 selecciones, y cada gol alteraba la tabla de manera significativa. Los primeros en desentenderse de la situación fueron los Argentinos: pese a comenzar perdiendo, terminaron ganando 1-3 gracias a un Messi salvador como jamás se había visto. Paraguay la tenía más fácil (en el papel) frente a Venezuela, de local. Pero siguiendo con la racha que han tenido en casa, perdieron 0-1 (eso cumplía otra de mis predicciones: alguien tenía que pinchar sus ilusiones con roche, y los candidatos más probables eran los paraguayos). Chile la tenía muy difícil. No se trataba solo de tener que jugar de visita contra Brasil, sino que se trata de su bestia negra mundialista. Brasil SIEMPRE los ha eliminado en los mundiales, y el destino se encargó de cruzarlos, aunque prematuramente, una vez más. Las cosas jugaron a favor de Perú, pero es el resultado el que cuenta, y los 3 que consiguieron lo que buscaban fueron Argentina Colombia y Perú. Claro, a Perú le importaba más ganar y asegurar la clasificación directa, pero faltando tan poco para acabar el partido, NADIE se iba a arriesgar. Mucha gente lo ha criticado, pero uno no arriesga lo que todavía no tiene (y eso debe quedar bien claro), y hasta que el árbitro pitara todo podía pasar.

Dos partidos más, 180 minutos a muerte. El rival es Nueva Zelanda, el clasificado de Oceanía. Puede sonar fácil, en papel, pero yo solo quiero repetir lo mismo de siempre: no hay equipo chico, ni rival fácil. A veces el rival más grande es el mismo equipo y su necesidad de ganar. Yo creo que hay muchas razones por las cuales soñar, pero no será hasta el último pitido del árbitro en el partido de vuelta que podremos llorar (porque pase lo que pase, vamos a llorar).

Carajo, no somos peruanos si no sufrimos. VAMOS!!!

viernes, 6 de octubre de 2017

Eliminatorias Rusia 2018: En la cornisa (Argentina 0 - 0 Perú)


Nos íbamos con un puntazo de Argentina pero ahora, gracias a una troleada épica de Paraguay en Colombia, nos vamos con un puntito y hay CINCO equipos al borde de un precipicio. La próxima fecha, el que no gana, no vas a Rusia. 


Sumamos una vez más. Tal vez de todas las cosas notables del partido de hoy, es increíblemente la que menos resalta. Porque hemos vuelto a sumar de visita, y en Argentina, de donde no regresábamos con puntos desde aquel tan recordado partido (últimamente, al menos) en 1985 cuando Gareca nos mandó al repechaje con un gol casi al final. Y digo que resalta menos porque la victoria de Paraguay en Colombia  le agrega matices inesperadas a nuestro último partido, precisamente frente al conjunto cafetero, y aunque este punto es muy valioso, rápidamente viene a la mente la necesidad de ganar. No hay más. La tabla es un desmadre apocalíptico, un reactor nuclear a punto de estallar, un recién operado en la UCI. Un castillo de naipes de 15 kilómetros de altura, el más mínimo movimiento puede hacer que todo se venga abajo. Una jenga con una última pieza por sacar.

Pero bueno, regresemos al partido.

Hoy discutía con un compañero sobre ésto de la lógica ilógica en el fútbol, y como cualquier medio-entendido te podría decir porqué existe. Pero claro, gramaticalmente no tiene sentido. ¿Tienen sentido los resultados en el fútbol? A veces sí, a veces no. No existe lógica, pero se da... Ya, son cosas que decimos todos los días. El resultado de hoy, como le decía, estaba sobre lo esperado: Argentina viene jugando mal, son el segundo equipo que menos goles tiene en las eliminatorias (solo le ganan a Bolivia), el buen momento de Perú, entre otras cosas. La localía y el tener a Messi son casi anecdóticos ahora porque en el campo de juego Perú, si bien sufrió por momentos, supo mantener el orden defensivo y la cabeza hasta para salir tocando por pocos ratos. El conjunto de Sampaoli hizo una presión constante que rindió efectos para encerrar en su campo a Perú, y Messi (de buen partido y poca fortuna) se las arregló para soltar algunas pelotas que nuestro arquero Pedro oh-por-favor-dios-nunca-te-lo-lleves-y-dale-juventud-eterna Gallese se encargó de detener. Aunque, hay que decirlo, 2 definiciones (difíciles) fueron directo al cuerpo del arquero peruano. Los argentinos se deben querer matar ahora por un Lavezzi o incluso el pipa.

Perú jugó poco con la pelota. Argentina se adueñó de la iniciativa y si bien tuvo unas 10 llegadas (con 5 claras y un palo providencial - gracias, oh entidad que gobiernas el universo-) la mayoría de sus intentos fueron ideas individuales más que de conjunto. Mascherano rompiendo líneas (a Banega se lo comió la cancha, parece) y movimientos aislados de Messi las pocas veces que pudo recibir DONDE NO DEBE, fueron el origen del peligro. Pero el resto de la posesión y los intentos de la albiceleste fueron insulsos. Logró presionar, sí. Atacaba, sí. Con precisión, muy poco. Para un equipo que tiene encima del 70% del dominio del juego (la cifra exacta debe estar por ahí), y solo generar 10 chances, 5 mas o menos claras , pues resulta poco.

Como dije, Perú jugó poco con la pelota, pero vaya que jugó cuando la tuvo. La precisión de los pases, la velocidad del juego, la claridad para salir sin perderla fue tremenda, aunque el parado en el campo, empujado por el parado argentino, hizo que de eso se vea muy poco. Aunque no parezca, el equipo de Sampaoli también tomó medidas para no dejar jugar a Perú, y en ese sentido Mascherano y la linea del medio hicieron un muy buen trabajo, especialmente aislando a Guerrero. Cuando hay mucha presión y defensas efectivas en ambos lados, hay poco juego, y eso se vio hoy.

Y para cerrar con broche de oro, el tiro libre de Guerrero al final, atajado por Romero. Tremendo zapatazo. Perú pudo haberlo ganado ahí.

Se viene la última fecha de las eliminatorias y, como mencioné antes, este resultado sumado a la victoria de Paraguay nos obliga a ganar ante Colombia. No que esto sea algo nuevo, siempre supimos que la verdadera final era esta, pero ahora que la tenemos en la cara, suena terrorífico. Ya no se necesita una calculadora normal, ahora vamos por una científica. Lo cierto es que hay mucha fe, mucho entusiasmo, y no solo en la gente, sino en que el equipo. Se nota que están preparados y se la creen.

Hace 36 años clasificamos a nuestro último mundial, y ahora estamos a 90 minutos (y una victoria) de volver a hacerlo. Vamos Perú. VAMOS CON TODO!!!

lunes, 25 de septiembre de 2017

Eliminatorias Rusia 2018: De (im)posible, a probable (Ecuador 1 - 2 Perú)

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Con un final sacado de película de terror, Perú ha terminado llevándose los 3 puntos de Quito, donde jamás había ganado antes, contra su arco y con 10. El resultado, después del impensado empate de Argentina con Venezuela (de local), nos deja 4tos (puesto de clasificación directa) a falta de solo 2 fechas para el fin de las eliminatorias. Increíble.

Y es que si alguien me viene a decir que pensaba que esto era posible, miente. O no entiende de fútbol. O le gusta darle la contra al universo. El partido con Ecuador era el más difícil de los 4 que quedaban, incluyendo el de Argentina, por el historial y el añadido de la altura. Y si bien yo pensaba ya que esta selección de Gareca juega muy bien, de ahí a pensar que los resultados nos acompañarían, es otro tema aparte.

Con Markarían dije algo parecido, y más o menos se terminó cumpliendo. Perú desarrolló a algunos jugadores, y nos hicieron sufrir todos y cada uno de los partidos, incluso jugando mal unos cuantos. Y es que no se trata de que si juegas bien siempre vas a ganar todas las fechas. El mejor partido que jugamos con Markarían en las eliminatorias fue contra Colombia de local, y lo perdimos por un error. Un solo error. Así es el fútbol, y así ocurre cuando los equipos son tan parejos. Por eso lo de ésta selección es todavía más increíble, porque veníamos más muertos que en años anteriores, y para llegar a donde estamos hemos tenido que romper rachas, ganando de visita y acumulando 3 victorias consecutivas. Nadie te va a decir que algo así es imposible, pero sí bastante improbable, sobretodo pero Perú.

Pero ahí estamos. Mirando la tabla y lo que queda, antes de estas 2 últimas fechas, la pesadilla era Ecuador. Y la pasamos. Ahora viene  Argentina, un país que una y otra vez se nos cruza en instancias definitorias para clasificarnos hacia el mundial. La historia los pone como favoritos, pero Perú es también el país que los sacó del único mundial al que no fueron (México 70), jugando precisamente ahí donde se han empecinado en jugar, la bombonera. Se suele decir que Perú siempre le hace buenos partidos a Argentina. ¿Será que esta vez se repite?

viernes, 1 de septiembre de 2017

Eliminatorias Rusia 2018: Un trámite con final de terror (Perú 2-1 Bolivia)

Bolivia vino a Lima sin chances de clasificar al mundial y nos complicó la vida entera. Campos falló un gol debajo del arco peruano hacia el cierre del partido. Aterrador. 



Mucho se destaca del seleccionado peruano el hecho de que está jugando bien. Los resultados pueden haberle sido esquivos, sobretodo en la primera mitad de la eliminatoria, pero en la cancha se ha ido viendo una evolución muy positiva, casi exponencial, primero en cuanto a intención y esfuerzo (los partidos contra Chile, Uruguay de visita) y eventualmente en cuanto al juego colectivo y el rendimiento individual. Con Bolivia en la altura se jugó muy bien, y se perdió. Lo mismo con Brasil el Lima. Pero claro, la pausa enorme entre fechas juega siempre en contra. ¿Por qué digo todo esto? Porque el primer tiempo de este partido fue bastante desordenado, especialmente si lo comparamos con el desempeño del equipo en fechas anteriores. 

No suele ser Perú un equipo que se toma el protagonismo de los partidos, pero con Gareca la situación ha cambiado un poco.  Se notaron pocas al ideas al inicio, frente a un equipo que vino a presionar Y jugar. Un equipo que, por cierto, está eliminado hace rato del camino a Rusia. Se asume que la selección debería ganarle, y con cierta holgura pero, los partidos hay que jugarlos. Y vaya que nuestros vecinos andinos vinieron a aguarnos el trámite por completo. 

Bolivia compartió la pelota con Perú, algo que no se espera de un visitante, y a la selección le costó encontrarle la vuelta. Como muchas veces antes, la respuesta (y los goles) llegaron  en el 2do tiempo, para una tranquilidad de 10 minutos. Ya se había logrado controlar todo, cuando una desafortunada jugada terminó en gol Boliviano con unos 20 minutos para el final del partido. 

Perú se acomodó, y si bien no sufrió durante la mayor parte de ese tiempo, hacia el final, los bolivianos se lanzaron con todo, Y CASI NOS EMPATAN. El fallo bajo el arco no se puede definir de otra forma: fue una intervención providencial. De esas cosas que pasan en el fútbol, que los bolivianos se olvidarán seguro, pero nosotros vamos a recordar por AÑOS, especialmente si seguimos sumando en las siguientes fechas. Con 3 partidos por jugar, y con todas las opciones ahí, lo cierto es que lo que tiene que hacer la selección peruana para llegar a su objetivo no es otra cosa que una hazaña. Tenemos 2 partidos en frente, uno en la altura de Quito, y el otro frente a la Argentina, que toda la lógica dicta deberíamos perder. Sé que hay resultados, se que hay esperanzas, pero hay que recordar que el camino es muy, muy difícil. Vamos paso a paso.

Así es mi Perú, estamos hechos para sufrir. Pero son nuestros colores, y mientras haya esperanzas, e incluso SIN ESPERANZAS, no importa, a nuestros colores los gritamos siempre. Porque es Perú, es mi camiseta, tú camiseta, la de todos. Y esto no se acaba hasta que se acaba. VAMOS, VAMOS PERU!!!