miércoles, 19 de enero de 2011

La Sub –20: Dos caras de una moneda (Perú 1–2 Argentina)


Ezequiel Cirigliano, derecha, de Argentina disputa el balón con Angel Ojeda de Perú en un partido de la segunda jornada del Grupo A del Sudamericano juvenil, en Arequipa, Perú, el miércoles 19 de enero del 2011.

Foto: MARTÍN MEJÍA / AP FOTO

Yo sigo con el tema, por más que algunos ya me traten de masoquista. Aunque no vi completo el primer tiempo (estaba todavía en el trabajo), lo desplegado por el equipo peruano ha sido sopotocientas-mil veces mejor que lo visto el domingo. Eso no es decir mucho, dado que peor no se puede jugar, pero al menos se vio cierta coherencia en el juego.

De una manera un poco extraña, en ambos partidos Perú pareció tener más capacidad individual que Chile y Argentina. Veías a los chicos ganar los mano a mano y, en el caso especial de Arroé y Cueva, lo hacían con una facilidad a ratos sorprendente. Tampoco es que hayan hecho gran cosa, y salvando las distancias con Brasil y Argentina, se nota la categoría que Perú puede tener en ataque. Lo malo es que esas individualidades no se aprovechan en lo colectivo. Es una especie de “cada hombre por su cuenta”, y no puede ser así. Hoy vi a un equipo con más ganas de jugar en grupo, tal vez más ideas, pero no mucha claridad. Y ni hablar de la defensa.

Me pareció ver un planteamiento a medias. Un parado ofensivo con un equipo que se quedaba muy atrás, sin mucha colaboración o desborde. Eso es raro, deja mucho qué pensar sobre cómo el técnico le habla a sus jugadores porque se nota que su idea no está llegando a todos. Y en situaciones así, si la mitad del campo no responde como debe, te hacen goles como el de la victoria argentina.

Perú dio la impresión de ser superior a su rival durante casi todo el partido. Pero el resultado final no miente, y lo ocurrido desde la expulsión hasta el 1-2 final es evidencia de que todo el rato estuvimos dentro del juego albiceleste. Argentina se encontró con un gol ni bien comenzado el partido, y decidió manejar el partido. Parece ser un equipo preparado para resistir cataclismos (léase, Brasil) y esperar pacientemente el salir en contra. Los jugadores peruanos parecían algo temerosos de eso, por lo que atacaban con poca gente, y los argentinos llegaban a tener a TODO el equipo en su cancha. Por más que teníamos la pelota, pasar 2 líneas de 4 iba a ser una tarea harto difícil.

La pelota parada es una forma de romper defensas así, y en éste caso nos dio el empate. En ese momento es que Argentina decide salir un poco del encierro, y meter presión un poco más adelante. La roja resultó ser lo peor que nos pudo pasar, ya que la presión argentina funcionaba al medio: desde la expulsión hasta el gol, Perú no pudo salir con claridad de su área. Los chicos tiraban la pelota buscando alejarla, en lugar de salir jugando. Acá es donde Argentina muestra su categoría: un equipo de oficio, que SABE qué hacer ante esas situaciones metió un gol agónico que para nada me parece accidental. Tal vez la inexperiencia de nuestro equipo ayudó en su cometido, pero de que ellos ganaron la partida táctica, lo hicieron categóricamente. Resumiendo: perdimos por inocentes.

Valga la pena recalcar que casi empatamos en una jugada INCREÍBLE que salvaron los argentinos de la raya, pero eso quedará como anécdota. Lo cierto es que no supimos controlar el partido ni contrarrestar la propuesta albiceleste. Argentina nunca pisó el acelerador, tampoco tuvo la necesidad. Se dejó jugar, y así nos terminó matando.

Faltan 2 partidos por sufrir. Perú mejoró con respecto al partido anterior, pero yo creo que la falencia más grande es la experiencia, el saber reaccionar ante lo que se nos presenta. Y eso debería venir (en parte al menos) del técnico…

lunes, 17 de enero de 2011

La Sub –20: Perú 0–2 Chile

Perú pierde ante Chile en su debut

Hace como un mes, de regreso a mi casa, escuchaba en la radio una entrevista a Gustavo Ferrín, DT de la selección Sub 20 de Perú. La confianza en su voz, las interesantes ideas sobre el manejo de grupo y estrategias de juego, me hacían pensar (en serio) que se trataba de una persona no solo preparada para el trabajo, sino bastante capaz de formar un equipo competitivo para éste campeonato, poco importante para muchos, pero oficial de fútbol al fin.

Toda esa impresión desapareció a los 5 minutos de comenzado el segundo tiempo del Perú – Chile, en Arequipa. Ya durante el primer tiempo había visto un equipo bastante atolondrado, cuya idea de fútbol era dársela a los que saben y esperar que hagan algo. Poco conjunto, pocas ideas de fútbol. Mucha individualidad y lujo y llevadita y patadita, pero poco equipo. Y así no llegas a ningún lado. Cosas puntuales:

  • Eso no era un equipo. Entiendo que muchos no tengan experiencia jugando en primera división, pero yo no vi siquiera la más mínima intención de jugar en grupo, dar apoyo o buscarlo. Está bien que Messi intente llevarse a 5, porque él solo puede con 7, pero él pues, él. Arroé es bueno (o, ya, promete mucho), pero no es Messi. Ni Carrillo es Drogbá.
  • No hubo reacción, ni de jugadores, ni del técnico, esto último siendo lo más fatal. Nada, ni la más mínima idea se vio en la cancha. ¿A tal extremo puede haber afectado el nerviosismo?
  • Chile ganó porque fue más inteligente. Se agrupó, esperó, y mató cuando debió. ¿Para qué sufrir? El grupo de gente (insisto, no era un equipo) que quiso enfrentarlos lo hacía de manera atolondrada, desordenada y sin mucho criterio, a decir verdad. Era cosa de tiempo que les metan el gol.

Yo tengo la idea de que, incluso cuando tienes un grupo inexperto de jugadores, algo se puede lograr. Incluso si nunca han jugado en primera, si el técnico logra llegar a ellos, si logra hacerse escuchar, ellos van a responder. Nada de eso se vio ayer, ni una idea, nada. Mucha individualidad, poco equipo. ¿Se podrá arreglar algo así en dos días? ¿En serio habrá sido solo el nerviosismo?

Mañana lo sabremos.